Yo creo y con eso basta...
La vida señala
con el pulgar boca abajo. Hace días que la sonrisa dulce se ha convertido en
una amarga sonrisa astuta. He terminado contándole a las penas del domingo que
aún estoy dispuesta a despejar la x que se antepuso al sueño agrio. No
hay Buenos días, sólo malas noches, putas y jodidas noches. Y hoy mismo en
cuanto, se ponga el sol descubriré la capacidad de tu terquedad. Haré con ella un
sencillo y tozudo puente por el cual te alejes, o te acerques delicadamente a
mí, pero sin morderme. Abro esta puerta pero aún no he cerrado todas las ventanas. Ya veo que contigo siempre es lo mismo. Mis días se vuelven locos sin ti porque necesito tus buenas noches. Vete haciéndote un hueco en esto que no tiene nombre porque yo aún CREO.
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