cuerpos celestes
Volvía la cabeza y me clavaba en los ojos su mirada, dos brasas verdosas llameando de ira, y me recordaba que también trabajaba y también estaba cansado, y que si lo que yo buscaba era otro tipo de persona ya podía salir a la calle a ver qué encontraba y no empeñarme en hacer de ella otra persona que cambiar a una persona. Me acusaba de dominante y de histérica.
y todo esto sin hablar...
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