Tango de 3.
-
Me encantaría volver a verte.
-
Y a mí, pero esto no puede ser. Ya lo sabes.
-
Quiero convencerte. Te lo puedo decir en alemán, si quieres.
-Sabes
decirlo?
-
Es lo único que he aprendido. ¿Te he convencido?
-
Sí.
Pues….
Entonces, ¿mañana donde siempre?
Un juego peligroso.
Un baile sin límites.
en donde siempre uno va a perder...los papeles.
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