Las mejores versiones son en acústico...
Este año he
saltado varias veces por la ventana, me he dejado las ganas en balcones ajenos,
he tratado de jugarme la vida sin dar apenas nada de ella, me he dejado las
bragas en maletas que nunca llegaron a ningún destino. Este año he bailado,
tanto que he parecido un yonki asqueado de su propia vida, he descubierto la
mierda que hay detrás de “el qué dirán”. Este año no solo estaba yo, vino conmigo la
decepción, el rencor, el orgullo, las prisas, las pocas ganas, el miedo… el
puto miedo.
Y ahora que
vuelvo a escribir (esta vez en papel), me doy cuenta de que siempre (desde que
te conozco), o mejor dicho la mayoría de las veces escribo para ti, pensando en
ti o simplemente después de haber tomado contigo dos tragos de cerveza…
Quizá no pueda
llamarte musa, no pueda decirte que eres tú parte de mi motivación,
quizá no lo seas y tengas otra cosa que echarme en cara. Quizá seas tú quien me
hace sentir, aunque no aparezcas en los créditos. Quizá estas palabras hagan el
guión de la segunda versión de la pésima película que narramos juntos.
Déjalo, quizá
solo sea que ahora tengo mucho más tiempo libre.
No sé para que te empeñas en que las canciones las escuche mucha gente, si al final las mejores versiones son en acústico...
Comentarios
Publicar un comentario