Silencio cruel
Es justo ahí. En ese portal. En
ese portal que parece machacado por el tiempo, ese que tuerce a la izquierda. Sí,
justo ahí. Detrás de esa puerta por la que cruza esa chica que tiene la mirada
perdida, por esa preciosa puerta golpeada por el tiempo. Ahí comenzó todo. Un
día en ese portal hubo la más maravillosa y patética historia de amor. Y ella… esa
chica lo sabe todo. Ella conoce los pasos que
llevaron a que no pudiera salir de tu casa. Conoce como se alteraban mis
horarios a los tuyos. Y reconozco que aun cuando me adentro en tus ojos
encuentro la razón que llevó a no ver los amaneceres más bonitos.
Entre esas paredes podíamos ser
tú y yo, sólo tú y yo.
Cuando me adentro en tus ojos
encuentro la razón que me hizo cambiar mis horarios a los tuyos, entiendo porqué dejé de dormir y empecé a soñar.
Y aquí, en este puente que no
lleva a ningún lado. Aquí, en este puente donde se hizo el mejor amor que se
pudo tener.
Vivimos la más maravillosa y
patética historia de amor.
Entiendo que no me perdones, yo
tampoco logro hacerlo.
si las olas del mar te dijeran
las veces que he escrito
tu nombre en la arena
llorando por tí.
si la brisa sutil recogiera
toda mi ternura
y al pasar junto a tí te la diera
por ser para tí.
¿qué dirías de mí?
que te quise como en este mundo
jamás se ha querido
y sufro el martirio de vivir sin
tí.
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