si quieres...
Y tú, que aún no me conoces, me haces descansar de
la tormenta del verano. Te demostraré que la lista de mis miedos me persigue, aún, si me vuelvo a Granada. No intuyes, todavía, las veces que me desespero cuando
estoy constantemente dudando. Suelo sonreír de vez en cuando. Temblar cuando la noche aprieta. Me gusta calmarme en las miradas de otros. Tampoco conoces las noches más amargas que tengo los
domingos cuando lo doy todo por perdido. Me distraigo y no suelo atender
demasiado. Y tú, que no conoces mis peores canciones bajo la ducha, desafinando,
dejando el agua correr, haciendo el gustoso ridículo que nadie ve. Además, tengo las
peores mañanas si no tengo café. Y aún
no sabes lo que me gusta que me beses cuando aún no has terminado.
Y aunque tampoco tengo muy claro que quiera que
estés a mi lado, déjame ser la soez bestia que te hace el amor. Yo no sé si
conseguiré sobrevivir a esta manera de cabalgar entre preguntas sin sentido. Normalmente no
suelo comprender demasiado las preguntas que no tienen respuestas si éstas no tienen sentido entre mis piernas. Aún así, la propuesta perfecta es que, si quieres, sigamos dándole ritmo a esta composición
desafinada. Continuemos quemándonos con este amor descompensado.
Pero si quieres, hacemos el verano algo más
largo
Si quieres, nos quitamos la ropa y leemos algo…
Si quieres, toda canción de amor lleva tu nombre
Si quieres, decimos a Sabina que nos nombre
Si quieres, buscamos en el cielo más razones
Que la luna es niña que juega y se esconde.
Si quieres, nos quitamos la ropa y leemos algo…
Si quieres, toda canción de amor lleva tu nombre
Si quieres, decimos a Sabina que nos nombre
Si quieres, buscamos en el cielo más razones
Que la luna es niña que juega y se esconde.
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