Sube el volumen...


Desde esta noche ya nada será igual. Dejemos que se estrelle la pasión delante de los ritmos ajenos, olvidando la necesidad de búsqueda constante de nuestros cuerpos. Pero cuando suena la música yo ya no vuelvo a ser la misma.
 Y por desgracia tú tampoco.

Ya nada volverá a ser como cuando la sala estaba llena, en fin, ya nada es como antes. Pero cuando se apagan las luces yo vuelvo a tener la terrible sensación de querer estrellarme contra el suelo sabiendo que tú eres el pirata que estrecha mi cuerpo contra los enemigos y que al final siempre termino bebiéndome el miedo.

Al final siempre...

Bailo con quien da los mejores pasos y olvido que son los torpes con quien  mejor me siento...
Aquellos que siempre terminan tirando de mi… 
Aquellos que siempre dejo que me lleven...








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