Y un día me dijo Salem...
Anoche, mientras todo el mundo
escuchaba a Salem, yo recordaba las veces que yo fui la voz de esos versos en
tu cama, en tu sofá, en tu cocina...Recordaba las ganas que siempre tuve de
pasar por tu vida como sus versos; intensos, ásperos y mojados.
Él con un "que vamos"
y Tú con un "sigues pidiéndome amablemente que me muera".
Él con un "hombre que
duda" y Yo con la duda de si volver a verte.
Él con un "relojes
parados" y Yo con un querer volver atrás en el tiempo.
Él con un "no te fies de
los tipos demasiado sinceros" y Yo con un "hiciste bien en no fiarte".
Y un día me dijo Salem "No te fies de los tipos demasiado sinceros" y yo terminé dándole la razón...
Y un día me dijo Salem "No te fies de los tipos demasiado sinceros" y yo terminé dándole la razón...
Y yo que siempre he sido un cazador de sueños rotos
he convertido en ruinas todo lo que toco
mi vida pasa lenta fuera de los focos....
he convertido en ruinas todo lo que toco
mi vida pasa lenta fuera de los focos....
De acuerdo,
ResponderEliminarHas ganado.
Has podido conmigo, no me siento capaz
No me siento fuerte hoy para seguir con la misma intensidad.
Es un poco de día,
Solo un poco de día.
Estás atrapada en mí barba
Y el calor que desprendes me desconcierta
Digo que ya no duermo sobre ti, sino a través de tus complicadas ternuras
Me fijo en tu contorno, no lo recuerdo así
Tienes nuevos lugares
Diferentes lunares.
Los rebordes de los pliegues de tus brazos
La textura del hueco que dejaste en mi hombro
Y que no recupero aún con horas de oración.
¿Cuál es la alternativa?
Si no consigo reconocer hoy tus movimientos
Que dejaste de lado para presumir en nuevas plazas,
Te quiero y es tóxico.
Ese susurro a media noche que ya no espero
Pus eres animal sin jaula ni verbo
No soy capaz de morderte ni de estirarte
No recuerdo tus límites ni tus sabores
Que eran manjares escarlatas en noviembre
No te agarraré de la cintura
No te rodearé con mis piernas, no eres tan pequeña
No te decoraré de saliva tus labios
Dejaré mis impulsos en la frontera de mis pantalones
Que deseo que sierres y enredes.
Fuiste tú quien me ofreció vivir,
Jerusalén está demasiado cerca de Dios
Pero tú has quedado atrás
Y me he propuesto volver,
Recuerdo el camino,
La marca que baja de tu cuello y se junta ahí, en mi calle
Que no aparece en los mapas
No puedo confundirme, y espero, que nadie lo encuentre
Eres mi secreto. El desierto me recuerda que me acerco a tu oasis.
Me ardes aún,
Cada mañana que no te siento a mi espalda
Es una sangrienta guerra pedida
Que soy incapaz de recuperar sino me muestras por donde continuar.
Me rindo. Quiero llegar hasta el final.
Ariel Benhamou