Confesiones...
Y ahora que no sé nada de ti,
ahora que no sé cuántos besos te dan a cambio de cafés ni tampoco puedo saber
si me echas de menos (o de más). Ahora que tampoco conozco las recetas que devoran
tu nueva vida. Ahora que no sé si te miras al espejo y piensas las veces
que fuimos felices delante de él. Tampoco puedo saber si te has propuesto ganar
todos los partidos con el fin de no seguir decepcionándote a ti mismo. No sé si
has ahogado el orgullo con cerveza o te has pasado los fines de semana haciendo
las mil fotos que no necesitabas hacer conmigo.
Lo que sí sé es que… aquí, Granada
sigue desequilibrando la fuerza que me impide no llamarte, porque las calles me
hablan de ti, me ponen la música y los recuerdos se me atragantan día sí y día
también.
Sé que es una estúpida manera de
hacerte ver que te echo de menos, pero es lo único que tengo a mano.
Ya sabes…siempre me gustó darte
los Buenos Días.
Estés donde estés espero que tengas un buen día.
Ella sabe y presiente que algo ha cambiado, ¿dónde estás? No te veo, es mejor...
לפני אני יש ראש המילים
ResponderEliminarאת שם עם אור ישן
שחור עיניים קורים תמיד לנו
אני רק רוצה להיכנס לידיים
ספרים עם דם על שולחן
כי אנחנו לא עדיין בביתנו