É um coração todo feito de papel
En todas
partes lo dicen. Lo cuentan los vecinos, lo recetan los psicólogos, lo medican
los terapeutas, lo confiesan las madres y hasta tú me lo pides. Que lo escrito
permanece y hace que no nos olvidemos de nada, me decían tus ojos negros
mientras te quitabas el pelo de la cara. Pero yo, yo he dejado de escribir desde que te
inventé por las calles de Oporto, que me pasé la noche dejando notas en los
bares preguntando a los camareros si sabían de ti. Dejé de escribir porque me pasé medio vuelo tirando palabras al aire, dejándolas caer por el Atlántico y que luego recogí
en el Duero, dañadas y mojadas, como yo, de tanto echarte de menos. Tu teoría
de dejar las palabras hablar por sí solas y escribirlas para que duren a mí ya
no me sirve, no me sirven porque cuentan historias que parecen reales.
Las
calles me bajan a la ribera, allí donde los caminos huelen a pescado fresco,
donde los gatos desgarran trozos de pescado no tan fresco, donde los niños
juegan entre los portales, donde las abuelas recogen la compra con cestas
colgadas desde las ventanas. Y yo, que quiero escribir sobre todo lo que veo,
quiero escribir(te) que las mujeres reparten fruta a cambio de sonrisas, que las
abuelas del mercado te hablan sin parar buscando a las nietas que no tienen, reclamando
monedas que el estado no se encarga de dar. Quiero contarte que algunos ojos desgastados han dejado la revolución de
los claveles tendida en los balcones más viejos de la ciudad, que otros han
preparado la mesa para invitados que no llegan, y que yo canto en la ventana con
desconocidos a los que cambio sus ojos por los tuyos, sus manos por las tuyas,
sus labios por los tuyos. Aquí por las calles de Oporto, todos volamos por
algo, unos por el vino, otros por amor y otros por el saudade.
Y ahora
dime tú, dime si es la escritura una herramienta para quitar las penas que no
puede el vino o es la escritura la técnica más real para crear sueños rotos. ¿Es
la escritura una técnica para curar, como consideran los psicólogos o es el
peor veneno que podemos crearnos a nosotros mismos? ¿Es la escritura lo que nos
da fuerza cuando estamos rotos o es la que nos quita el agua cuando más
sedientos estamos?
O amor é uma companhia.
Já não sei andar só pelos caminhos,
Porque já não posso andar só.
Um pensamento visível faz-me andar mais depressa
E ver menos, e ao mesmo tempo gostar bem de ir vendo tudo.
Mesmo a ausência dela é uma coisa que está comigo.
E eu gosto tanto dela que não sei como a desejar.
Se a não vejo, imagino-a e sou forte como as árvores altas.
Mas se a vejo tremo, não sei o que é feito do que sinto na ausência dela.
Todo eu sou qualquer força que me abandona.
Toda a realidade olha para mim como um girassol com a cara dela no meio.Alberto Caeiro
Comentarios
Publicar un comentario