La oscuridad del éxtasis
Al final
siempre es lo mismo. Caer. Y volver a nacer. Caer. Hasta el fondo. El puto
agujero que duele. Y sangra. Solo podemos arder y ¿volver a nacer? Ya no me quedan vidas. Partir del
fango, del barro, de la mierda. Convertirnos desde las heridas. El fuego
quema. No quiero arder pero lo hago. Rojo. Toda esta mierda huele bien. Me restriego
en ella. Me gusta. La puerta cerrada. Me ahogo. Este humo está dentro de mí. Me
ahoga. Pero peor es la hipocresía. Mis manos se hunden en el sofá. Recuerdo que
fuimos, que fui. Líate otro y pásalo.
Caer. Agujeros negros. Eso es lo que esperan, que caiga. Resucito. Pero ya no puedo. No quiero. Desde aquí puedo escribir la mierda que sale por los poros. Éxtasis. En ningún lugar. De nadie. Para nadie. Mudarse. La piel. La vida. Necesito salir de aquí. Marcharme lejos. Detrá de las montañas. El agua el cuello. Da igual, si mi mierda viene conmigo.
Caer. Agujeros negros. Eso es lo que esperan, que caiga. Resucito. Pero ya no puedo. No quiero. Desde aquí puedo escribir la mierda que sale por los poros. Éxtasis. En ningún lugar. De nadie. Para nadie. Mudarse. La piel. La vida. Necesito salir de aquí. Marcharme lejos. Detrá de las montañas. El agua el cuello. Da igual, si mi mierda viene conmigo.
Al final
siempre es lo mismo.
Caer y
mudarse la piel.
Al menos mañana será otro día.
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