... mirame...
Estaba a punto de desencadenar una marea tremenda. Dispuesta a dejarlo todo. A olvidarme de quienes me lo han dado todo. A dejarme llevar por el egoísmo in extremis. Porque alguien me enseñó a no girar la cabeza cuando quieres y necesitas mirar hacia delante. La sensación de hundimiento porque unos pueden y otros no, seguir sin mirar atrás. Porque tú como aquel dios griego, siempre tiene la desconfianza de que no seguiré allí cuando retrocedas la mirada.
Yo no sé si podré mirarte siempre a la cara, si estaré siempre a tu lado. Porque la palabra siempre son para los miedosos. Tu piensa que si me doy la vuelta me puedes mirar el culo.
Yo no sé si podré mirarte siempre a la cara, si estaré siempre a tu lado. Porque la palabra siempre son para los miedosos. Tu piensa que si me doy la vuelta me puedes mirar el culo.
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