A la mujer que quiero ser
La mujer
Es lo que tienen los espejos. Los que nos ponen en la
mañana no elegida: suelen reflejar algo que
no-es-exactamente-lo-que-queremos-ser. La mujer que miro en el espejo cuando
soy realmente yo la que miro no sospecha del amor, se entrega al deseo sin
cálculos de futuro ni dudas que despejar. La mujer que miro cuando empiezo a
desnudar mis máscaras anhela un mar propio, un amor que no la posea, un amor
que la multiplique por tantas yo como caricias sin tiempo reciba. La mujer que
soy, que soy la que miro, sabe mirar(se) y desechar los corsés de la mañana
para ser la que anuncia esta noche.
Texto de Paco Gómez Nadal “El Escribidor Voraz”
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