El mundo está esperando



La mujer que miro en el espejo sigue marcándose  el ritmo inadecuado. La mujer que veo cuando me miro es aquella que sólo tiene ideales desarrollados pero malformados, la palabra valiente tatuada entre el pezón y la espalda, y sí, se ha cortado el pelo, se ha quitado el piercing y lleva sombrero como icono de esta nueva etapa. 

La mujer que observo huele a canela, tiene demasiado suerte (tanta que no se lo cree), dibuja los domingos y espera la llegada de los lunes para dejar los tacones marcados en algún tablao.
La mujer del espejo está en plena transformación, ella lo sabe, su madre, sus amigos e incluso la ciudad lo sabe. La mujer que aparece por las calles oscuras del albayzin crea confusión, solicita una huída rápida a cualquier mirador de la ciudad donde pueda alterar su perspectiva. Alejarse para poder ver las maravillas de esta nueva temporada que acaba de empezar.
La mujer que soy no es la que veo pero está en ello. 






Estrella, llévame a un mundo con más verdades,
Con menos odios, con más clemencia y más piedades.

Romperemos las nubes negras
Que nos engañan, que nos acechan,
Abriremos un mundo nuevo sin fusiles ni venenos.

Estrella, si te encontrara,
Me darías tú la fuerza que necesito
Para vivir en este mundo de confusiones,
De misiles y de motores.

Me llevarías por caminos y por montes,
Donde tú alumbras campos de amores,
Campos de luces y corazones.
GRANDE MORENTE

Comentarios

  1. האישה עם הפה שלי היא על החלון
    הבית ריק רק אחד רימון
    איפה הצוואר שלך, למה אני אחרון
    מחכה כל הלילות ורץ החוצה בלי המון

    (1972 ,חים אורונה)

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