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Siempre hay algo que no puedo controlar. Se me van las manos, los ojos y el tiempo. La atención es del otro, pierdo la razón, me sacude el deseo y las ganas, siempre son las ganas. Te hago peripecias, me escondo detrás de árboles, desnuda y aunque no me ves, me hueles. Estoy aquí, siempre he estado aquí. Sospecha de mí cuando no te mire a los ojos, pero mientras me tengas aprovéchame porque estoy. Es que, siempre hay algo que se me va de las manos, siempre, joder y quiero demostrarte que no, que todo está bien, pero miento porque eso sí que se me da bien. Mentir, pero no me eches la culpa, es sólo que no lo puedo controlar.